miércoles, 21 de noviembre de 2007

Pao Valery

Paola Valeria Cárdenas. Octavo semestre “B”.
Administración, Gerencia y Gestión. 16/11/07.


Informe de la Conferencia Epistemología y Comunicación


Para Rafael Polo, docente de la Facultad de Comunicación Social, (FACSO), es imprescindible abordar la relación existente entre Epistemología y Comunicación justamente en un momento en el que se desmerece la reflexión teórica y filosófica, y se confiere lugar al pragmatismo en todas las esferas de la actividad humana, hasta el punto de llegar a predominar. (Preámbulo a la exposición).
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“El pragmatismo es una doctrina filosófica desarrollada por los filósofos estadounidenses del siglo XIX Charles Sanders Peirce, William James y otros, según la cual la prueba de la verdad de una proposición es su utilidad práctica; el propósito del pensamiento es guiar la acción, y el efecto de una idea es más importante que su origen”.[1]

Esta doctrina se opone a la especulación sobre cuestiones que no tienen una aplicación práctica, concibiendo a la reflexión teórica y filosófica solo en términos de utilidad, esto es siempre y cuando sea productiva. Es decir, que la teorización por sí misma carece de sentido en tanto no posibilita un efecto en la vida práctica.
Por ello, Polo rechaza la preeminencia del pragmatismo en detrimento de la importancia de la teoría, en el sentido de que esta sociedad posmoderna se resiste a la discusión y al debate –como por ejemplo sobre la Epistemología y la Comunicación- pues contempla solamente la acción como sustantiva en todos los ámbitos de la actividad humana.
Bajo está lógica la Filosofía nos permite despojarnos de la ilusión de que todo está claro y de que por ello no necesitamos teorizar sobre lo que acontece, sobre lo cotidiano y sobre los problemas que nos afectan. De manera que, la Filosofía posibilita desconfiar de las explicaciones últimas de los acontecimientos, al tiempo que pone en duda lo dado como verdad definitiva.
Claro que para los seres humanos posmodernos que rigen su vida según los principios del pragmatismo es más productivo y útil actuar sin pensar ni reflexionar y proceder en base a principios ya dados como verdaderos pues ello conlleva a una seguridad ontológica que evita al ser humano padecer la incertidumbre.
No obstante, él evade la capacidad de reflexión sobre sí mismo y sobre el mundo viviendo en un engaño por no atreverse a pensar. El atreverse a pensar le resulta incómodo dado que ya el sistema le ha otorgado la facilidad de ver y actuar de una determinada manera; entonces, cambiar esa comodidad por el desafío que implica interrogarse y cuestionar los modelos es un gran reto que le plantean la Filosofía y la teoría.
Solo después de esta constatación es posible referirse a la conferencia sobre la relación entre Epistemología y Comunicación, por parte del sociólogo y teórico de la Comunicación, Roberto Follary, quien, en forma general, estableció los objetivos de la exposición: fijar los límites al objeto y poner umbrales a la Comunicación. Particularmente, se refirió a algunos autores y corrientes que han pensado la relación entre Epistemología y Comunicación, analizó sus planteamientos, los criticó y dio su perspectiva pero enfatizando en que no existen respuestas únicas ni verdaderas ni últimas. Es el constante preguntarse lo que invita a seguir teorizando.
Según Follary, hay algunos síntomas que ameritan pensar sobre esta relación. Uno de ellos es la debilidad de los estudios sobre Epistemología y Comunicación.
Jesús Martín Barbero es uno de los primeros pensadores de la Comunicación en América Latina. Sus Estudios Culturales sobre Comunicación fueron los que inicialmente predominaron.
Sin embargo, ante la reflexión sobre Comunicación a partir de los estudios culturales, Follary asevera que no todas las formas de cultura son objeto de estudio de la Comunicación y que por ello los estudios culturales perdieron su peso.
Otra perspectiva sobre Epistemología y Comunicación es la de Gilles Deleuze* y Jacques Derrida quienes afirman que no existe ni sujeto ni objeto, y que la definición del objeto de estudio es una actividad inútil. Esta premisa obliga a considerar la inexistencia de más disciplinas, así como a concebir a la Comunicación sin lineamientos definidos, sin límites y sin precisión de territorio.
De ahí que para Follary sea necesario marcar límites pues todas las disciplinas no pueden hablar de todo, dado que esto produciría un caos a nivel epistemológico.

Bruno Lautor Woolgar, uno de los representantes del constructivismo, abandonando la idea de pensar al objeto de una forma tradicional, asegura que la ciencia se construye socialmente pero que no hay formas sociales de construir la realidad. Para él, el conocimiento puro -independiente del sujeto- no existe. Entonces, siguiendo esta lógica el objeto se construye a partir del sujeto, originando una relación conflictiva y no armónica, por la imposibilidad de conocer la realidad de forma directa y veraz en tanto el sujeto que investiga está inmerso en la sociedad y es desde su subjetividadu desde dónde se aproxima al objeto de conocimiento.
Una visión cercana a la anterior es la de Bourdieuð: las ciencias definen sus objetos por la forma de interrogación; es decir que el objeto teórico depende del tipo de mirada del sujeto; en otras palabras, “el punto de vista del sujeto crea el objeto”. (Saussure).
La idea de algunos autores de que la ciencia no tiene un objeto determinado obliga a Follary a plantear la urgencia de fijar los límites así como la importancia de hablar del objeto. Entonces es imprescindible preguntarse: ¿cómo pensar el objeto en relación a la Comunicación?
Según el teórico Luis Martino, la Comunicación podría plantear una perspectiva específica con un objeto teórico propio, al igual que las ciencias políticas por ejemplo. Pero Follary considera desacertada tal proposición, argumentando que a diferencia de las Ciencias Políticas, Sociología, etc., la Comunicación surge desde lo profesional (ámbito de aplicación práctica) hacia lo académico (ámbito teórico)-.

El objeto de la Comunicación se explica mediante “un espacio de intervención”, en el sentido de que la Comunicación requiere de distintas disciplinas preconstituidas -que tienen diferentes objetos de estudio- para poder avalarse (ratificarse). Disciplinas como la economía, ciencias políticas, antropología y psicología, etc. (Follary: conferencia).
En cuanto a las facultades de Comunicación Social, el sociólogo identifica un problema por la imposibilidad de abarcar todas las disciplinas en una carrera. Esto le permite concluir que:

“La Comunicación no tiene un objeto teórico propio. Es como una especie de péndulo, pues en el campo de la Comunicación hay momentos en los cuales predomina una teoría u otra, ciertas disciplinas tienen más peso que otras dado que prevalecen según condiciones histórico-políticas”.[2]

Como ejemplo, antes de los años 80 predominaron los estudios políticos de Pasquali, mientras que a inicios y mediados de los 80 fueron significativos los estudios culturales.
Pero, si la Comunicación no tiene objeto propio como sostiene Follary, entonces ¿de qué se ocupa la Comunicación? Mientras más grande es el objeto de estudio menos intensa es la forma de preocuparnos de él, lo que provoca una difuminación en tal ámbito. Por tal razón el sociólogo explica que es clave delimitar qué hechos van a analizarse en Comunicación así como establecer dónde empiezan y terminan los estudios de Comunicación pues “no todo es Comunicación”.
¿Qué es Comunicación? La Comunicación -a decir de Follary- consiste en la emisión de mensajes socialmente relevantes y que produzcan significación, como los mensajes producidos por los medios de comunicaciónŸ, los mensajes políticos, etc.
Tal afirmación significa que no puede hablarse de comunicación sin analizar el papel de los medios en la producción de mensajes socialmente relevantes, sin embargo, cabe destacar que los medios no son los únicos en dar cuenta de la Comunicación.



Perspectiva pos-estructuralista
La postura pos-estructuralista se origina a partir de la reivindicación del desorden social, esto es, oposición al poder (versión de desestructuración). Situación que a decir del Follary no vale la pena pues la reivindicación del desorden es la reafirmación del poder².
Lo que resulta más curioso es que los pos-estructuralistas no solo se opusieron al orden social sino también al orden epistemológico. De ahí que puede entenderse, aunque no aceptarse, que sus representantes sostengan que la Comunicación es una “ciencia nómade”² y que funciona transversal a las demás ciencias. Idea con la que Follary no coincide y hasta le parece contradictoria. Por ello recalca que:

“Las Ciencias Sociales requieren un orden. La teoría constitutiva del conocimiento y de la ciencia exigen un orden y una metodología sistemática”[3].


Conclusión personal

Teorizar la Comunicación significa discutir sobre la imposibilidad de definir su objeto de estudio. A diferencia de la Sociología y al igual que las Ciencias de la Educación, la Comunicación se caracteriza por un constante cuestionamiento sobre la determinación de su objeto ya que requiere de múltiples disciplinas. Ni el panorama ni los debates intelectuales son muy confortantes. Sin embargo, el desafío está planteado establecer los límites de la Comunicación y aproximarse hacia una definición de su objeto de estudio. De ahí la importancia de teorizar la Comunicación.











TEXTOS CONSULTADOS
* "BOURDIEU Pierre". Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation,2005.
* "DELEUZE Gilles". Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005.
* "DERRIDA Jacques". Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation,2005.
* FOLLARY, Roberto. Conferencia Epistemología y Comunicación. Quito UCE- FACSO. 15 de noviembre de 2007.
* “Nómade”. Microsoft® Encarta® 2006. [CD]. Microsoft Corporation. 2005
* "Pragmatismo". Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005
* "Subjetividad". Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005.

[1] "Pragmatismo." Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005.
* Derrida (1930-2004), filósofo francés cuyo pensamiento se articula en torno a la noción de desconstrucción que cuestiona la idea de que un texto tenga un significado único e inalterable.
Deleuze (1925-1995), filósofo francés, autor de una Filosofía de la diferencia que concibe al hombre como una “maquina deseosa” que supone un elogio al deseo.
u Subjetividad: carácter de lo que es subjetivo, es decir, propio del modo de sentir o de pensar del sujeto y no del objeto en sí. El individuo subjetivo considera al objeto (lo externo) sólo a través de su conciencia.
ð Pierre Bourdieu (1930-2002), sociólogo francés, continuador del método y de la doctrina de Durkheim, y una de las figuras centrales del pensamiento contemporáneo.
[2] FOLLARY, Roberto. Conferencia Epistemología y Comunicación. Quito: UCE-FACSO. 15 de noviembre de 2007.
Ÿ Los medios de comunicación aunque tienen mucha importancia no determinan la opinión pública. Existe una relación inversamente proporcional entre los medios y las convicciones del espectador, lector y oyente; o sea, los mass media influyen dependiendo de la fortaleza y debilidad de las convicciones. (Follary).
² La forma dominante del poder es la seducción no la represión. (Follary)
² Nómade: nómada. Que va de un lugar a otro sin establecer una residencia fija. Propio de los nómadas. Cultura nómada. Que está en constante viaje o desplazamiento. Desterritorialización.
[3] FOLLARY, Roberto. Conferencia Epistemología y Comunicación. Quito: UCE-FACSO. 15 de noviembre de 2007.

1 comentario:

Edward dijo...

Buen articulo, al leerlo me queda mas claro el objetivo de la comunicación, gran parte de esto lo aprendi cuando estudiaba en EBC.